lunes, 26 de agosto de 2013

Carrera al Triunfo. Hebreos 12.

El éxito o el triunfo es algo que está disponible para todas las personas sin distinción de nada. No importa su sexo, su edad, su color. Etc.
Pero si el éxito es algo disponible para todo el mundo entonces porque los que lo consiguen son tan pocos.
No todas las personas son personas de éxito, solo lo pueden conseguir quienes reúnen algunas características.
Esta vida es como una carrera, el éxito es una carrera por eso es que tan solo unos cuantos lo logran alcanzar.
Para mantenernos en la carrera al éxito y sobre todo el conquistar la victoria es necesario:
1. Despojarnos de todo peso. V 1 a “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia,” un atleta no puede correr y sobre todo aspirar a ganar si no lleva la indumentaria precisa. Tiene que despojarse de los accesorios que le impidan avanzar. En lo espiritual es necesario dejar el pecado, en lo secular es necesario despojarnos de lo que nos impide continuar en la carrera: la pereza, el desanimo. Etc.
2. Tener mucha paciencia. V 1 b “y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,” la paciencia es esencial para alcanzar todo cuanto anhelamos. La impaciencia nos lleva a la desesperación y la desesperación nos hace cometer errores.
3. Nunca apartar de nuestra mirada la meta, o lo que queremos alcanzar. V 2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,” el desviar nuestra mirada hace que nos alejemos y que perdamos el interés por correr.
4. Gozarnos de lo que estamos haciendo. V 2 b “el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz” el amor por lo que hacemos hace que lo que hagamos nos quede bien.
5. Ignorar el rechazo o el oprobio. V 2 c “menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” No tengas en cuenta los comentarios mal intencionados de los que te quieren ver fracasar.
6. Luchar por no pecar o por no seguir cometiendo errores. V 4 “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;” la única forma de llegar a la perfección es corrigiendo lo malo que hacemos. Sin corrección no hay perfección.
7. Haceptar la corrección. V 5 “y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,  Ni desmayes cuando eres reprendido por él;” de nada sirve reconocer nuestros errores si no estamos dispuestos a corregir.
8. Tener Disciplina. V 6 “Porque el Señor al que ama, disciplina,  Y azota a todo el que recibe por hijo.” Dios es un Dios de orden, el desorden causa caos, confusión y retroceso.
9. Tener sentido de pertenencia. Dios no nos ve como a personas extrañas o como a ex pecadores, el nos ve y nos siente como a sus hijos. V 7-8 “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 
12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
10. Someternos a Dios. Si en la tierra nos sometemos a los hombres con mayor razón debemos hacerlo a nuestro Dios. V 9-10 “Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?  12:10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 
11. Amar la corrección, lo normal es que a nadie le guste que lo corrijan, pero las personas de éxito deben anhelar ser corregidos. V 11 “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
12. Esforzarnos por conseguir o llegar a la meta. V 12 “Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas” nada es fácil en este mundo, pero tampoco nada es imposible lo único que necesitamos es esforzarnos un poquito.

Recuerda tu eres lo que piensas y lo que declaras de ti mismo. Los demás te ven como tú te ves, si para ti eres importante también lo serás para los demás. Esfuérzate por llegar a la meta y lo conseguirás.


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