miércoles, 21 de agosto de 2013

Sacerdocio perfecto de Jesús. Hebreos 7

Cuando Dios quería comunicarse con su pueblo siempre lo hacía a través de sus sacerdotes. Ellos eran los encargados de llevar el mensaje de Dios. Pero también eran los encargados de interceder ante Dios por el pueblo y también por sus propios pecados. V 27 “que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
El sacerdocio ejercido por los hombres presentaba un gran problema y es que aunque ellos lo querían efectuar de la mejor manera siempre terminaba incompleto. Ya que por ser humanos solo lo podían ejercer mientras estaban con vida. V 23 “Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
Jesucristo nos ofrece un sacerdocio para siempre nunca termina. V 24 “mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
La eternidad de Jesucristo nos garantiza que con el tenemos intercesor para toda la vida. V 24-25 “mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 
7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
Todos los hombres que de alguna manera representamos a Dios aquí en la tierra somos pecadores. Pero Jesucristo es sin mancha, sin pecado alguno. El supero todas las pruebas mientras vivía aquí en la tierra. V 26 “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
Jesucristo no tiene necesidad de pedir primero perdón por sus pecados, el es santo sin ninguna mancha. V 27 “que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Para los hombres nos es más fácil rendir honor a los mismos hombres más que a Jesucristo. Abraham rindió honor con sus diezmos a melquisedec pues lo consideraba superior. V 2 “a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;
Melquicedec solo era una figura de Jesucristo. De la manera como llego el sin que alguien supiera de él también así llegaría Jesucristo. V 3 “sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre
Los diezmos son una manera de mostrar honra y lo más maravilloso es que la bendición no solo es para el que diezma, la bendición alcanza aun a la descendencia que todavía no puede honrar a Dios con sus diezmos. V 9-10 “Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;  7:10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Jesucristo es mucho más grande que cualquier hombre por eso el es digno de todo honor y toda honra.




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